lunes, marzo 12, 2012

El fotógrafo transparente...

Cuántas veces hemos ido paseando por la calle y sentimos que somos transparentes para el resto de la gente, o cuando vas en el metro a primera hora de la mañana y nadie mira a nadie, unos van dormidos, otros soñando despiertos. En una gran ciudad esta sensación es habitual, todo el mundo va a lo suyo y perderse entre la gente es algo realmente fácil.

Ahora bien, si mientras vas caminando llevas una cámara de fotos, más o menos grande, en la mano, dejas de ser transparente. Es curioso observar las miradas de la gente, unos con cierto recelo porque puedan pensar que les están haciendo una foto pero no acaban de estar seguros, otros simplemente por curiosidad, y algunos más vete a saber en qué piensan.
Desde el punto de vista del fotógrafo, esto puede ser una ventaja o un inconveniente. Si te gusta capturar situaciones fugaces, momentos que pasan en un abrir y cerrar de ojos, llamar la atención tal vez no sea lo mejor. Si lo que te gusta es ganarte a la gente antes para intentar mostrar su personalidad en una imagen, es posible que el llevar una cámara "grande" te haga parecer más serio.

El caso es que con una compacta que cabe en la palma de la mano, eso de pasar desapercibido se hace mucho más fácil, pero incluso poniéndote a hacer fotos encuadrando con la pantalla. La mayoría no le da importancia, no se fijan en que puedan estar siendo fotografiados, supongo que pensarán que eres un turista más guardando sus recuerdos en la memoria de su cámara, sencillamente, te vuelves a sentir transparente...


2 comentarios:

Mario dijo...

Interesante. Yo creo que no es tanto la realidad de la gente devolviéndote la mirada, como la sensación propia de que la gente te mira. El hecho de que hagamos fotografía callejera de una manera mucho más relajada cuando usamos una pequeña compacta o vamos en grupo deja claro, al menos para mí, que es una sensación más interna que externa.

mdaf dijo...

Puede ser también eso, que nosotros mismos creamos que llamamos más la atención, pero creo que con una réflex colgada al cuello las miradas son diferentes.
Lo de la fotografía en grupo creo que va más por otros tiros, te sientes más protegido por el resto de amigos que va haciendo lo mismo, y es más fácil dirigirse a la gente y que esta te devuelva un posado o una sonrisa sin tener que insistir. Al menos esa es la sensación que he tenido, cuando voy solo me cuesta mucho más dirigirme a la gente que cuando vamos unos pocos amiguetes haciendo fotos a todo el mundo, hasta hemos parado a gente y retratado con flashes, y el 95% posaba encantado, para nuestra sorpresa, todo hay que decirlo :-D